03 de desembre 2010

El inconsciente de la ciencia










Mathematics is not real, but it 'feels' real. Where is this place?
Esta enigmática frase es de Richard Feynman, uno de los físicos más notables del siglo XX, Premio Nobel en 1965. No sé muy bien cómo traducir el feeling de su frase para que no quede como algo demasiado "sensible": "Las Matemáticas no son algo real, pero 'parecen' algo real. ¿Dónde está ese lugar?"
¿A qué lugar se refiere la pregunta de Feynman? No creo que pudiera ser tildado de alguien trascendentalista o esotérico. Pero está claro que no pensaba en lo real observable empíricamente desde una perspectiva positivista. ¿Hay otro real?
Arriesguemos una hipótesis: ese lugar es el lugar del símbolo en el lenguaje. Vayamos más lejos y digamos: es el inconsciente real.
El inconsciente, ¿un lugar? Estos días en los que se ha anunciado la triste clausura del lugar llamado Chillida-Leku - buen lugar para preguntarse por esa clase de "lugar" - podemos citar a quien lo abrió: "Ocupar un lugar y no tener medida: ¿no será esto el espacio?" (Eduardo Chillida)

¿Espacio o lugar vacío?
Una vez ahí, y siguiendo la propia exploración del artista, podemos muy bien preguntarnos: ¿se trata de un espacio o de un lugar vacío? Aparece en este punto un pequeño "gran problema". Para la Física actual - que me corrijan los especialistas - parece que el vacío está lleno, muy lleno de otras cosas: sede frenética de rapidísimos procesos cuánticos... superposición de infinitas vibraciones... Lo real, inesperadamente, sigue manifestando un horror vacui radical.
¿Será entonces el vacío sólo una ficción, una ficción necesaria sin embargo, una ficción generada por el lenguaje para hacernos representable un lugar y habitable lo real del espacio, del espacio que llamamos real?
Evoquemos aquí la imagen de aquel niño autista recorriendo frenético el perímetro, imposible de construir en su repetido deambular, del patio de la escuela. Es un patio demasiado lleno, sin posible lugar vacío donde estar, un patio donde juegan unos seres inexistentes para él. No, no quiere salir del patio saltando su valla, sólo intenta inscribir algún lugar en su espacio real, demasiado real e imposible de vivir.
Esta ficción del lenguaje ¿no sería finalmente la condición de existencia de "ese lugar" feynmaniano donde habitan las matemáticas y donde se hace posible la propia ciencia?
¿No será ese, precisamente, el lugar del inconsciente en la ciencia de nuestro tiempo?
It feels real... so real, Mr. Feynman.

10 comentaris:

Vicent Llémena i Jambet ha dit...

Per a mi senyor Bassols les matemàtiques són el paradigma d'allò simbòlic en l'edifici de les ciències com la paraula o els signes o gestos ho són, allò simbòlic de la realitat més imaginària, les matemàtiques conformen miraculosament el món a la seua manera, gairebé tot es pot explicar per les matemàtiques com pensen els neoplatònics, l'univers, segons ells, està fet matemàticament com el món de les idees de Plató pensava de la realitat més imaginària, allò simbòlic junt a allò imaginari i allò real formen la realitat, però hi ha també com en un nus borromeu gran part de real lacanià en les matemàtiques, sempre en la resolució d'un problema de teoria matemàtica trobem l'Altre, l'objecte a com en la unió de tots tres símptomes lacanians.

Bé, aquesta és la meua visió de les matemàtiques, que per suposat no serà la veritable, per no haver lloc per allò veritable, no és aquest el mateix lloc?

Una salutació amistosa de Vicent.

Miquel Bassols i Puig ha dit...

És ben cert que les matemàtiques són el principi simbòlic de les ciències, a condició de no reduir-les a la quantificació. Precisament per això em sembla interessant la seva afirmació que "en la resolució d'un problema de teoria matemàtica trobem l'Altre"... un Altre que es sempre previ a qualsevol càlcul.
Salutacions!

Anònim ha dit...

En la escultura -que precede al texto- el vacío tiene la forma de sus límites, otros tipos de límites darían otra forma de vacío, con lo cual otra escultura (y otro encuadre del contexto). Un pleno, un todo lleno daría, en cambio, una ausencia de vacío escultórico … el lenguaje, supongo tras leer su texto, aloja un vacío tan real como el escultórico pero de compleja visualización -comprensión- por su condición inmaterial.
un muy cordial saludo...

Miquel Bassols i Puig ha dit...

¡Excelente observación! En efecto, es el lenguaje el que nos permite alojar un vacío en lo real para hacerlo habitable. En la arquitectura japonesa, ese vacío tiene un nombre, "tokonoma". Saudos.

Anònim ha dit...

En cuanto a la forma del vacío escultórico y la forma del lugar vacío en el lenguaje.
En el caso de la escultura, el vacío tiene una medida: la distancia entre sus bordes. ¿Cuáles serían, si es que cabe la analogía, los bordes del inconsciente? Y así como la escultura sugiere, del mismo modo que la arquitectura, un vacío, generalmente, estático, el vacío del lenguaje parece sugerir algo no fijo, más complejo aun.
De los innumerables vacíos que se inscriben en la arquitectura rememoro ahora uno: la ventana.
Saludos nuevamente.

Miquel Bassols i Puig ha dit...

Su comentario sugiere la necesidad de un estudio diferencial de "los vacíos". Un San Juan de la Cruz hizo de esta necesidad virtud en su "Subida al Monte Carmelo" donde debe distinguir diversas "nadas" en la ascesis del alma... Pero nosotros no somos místicos. Nos basta con entender que el vacío que el lenguaje y el inconsciente hace presente no tiene, en efecto, medida. No es cuantificacable, ni aprehensible de modo estático y objetivo... Lo que no nos impide simbolizarlo y tratar con el.
La ventana: qué "lugar" tan importante para el sujeto del lenguaje...
¡Gracias de nuevo por su comentario!

Io ha dit...

Coincidí con usted en algún comentario a los escritos de Carlo Frabetti en "La Ciencia es la única noticia".

Le leía con interés, igual que a GG y a la imaginativa Euria-Eva-Sonia, entre otros. Se impuso allí el registro para poder comentar y dejé de hacerlo.

Celebro el haber llegado ahora hasta su blog.

Un cordial saludo,Miguel, Mikel, Miguel Ángel o como prefiera que le llamemos.

Miquel Bassols i Puig ha dit...

Io, ¡qué grato encuentro!
Precisamente estoy liado esta misma tarde en un nuevo episodio del debate con GG, Frabetti et alter... De ahí recojo también algo para este Blog que tiene más de contingente que de necesario.
Un muy cordial saludo, hasta un próximo encuentro,
aquí o allá,
Mikel o Miguel, Miquel o Miquel Angel... :-)

Anònim ha dit...

La aventura del conocimiento va más allá de las peripecias personales de quienes lo hacen avanzar al conocimiento. Y sin embargo, para alguien como yo, que no dispongo de elementos para moverme en el mundo de Lacan, en su lenguaje, en sus teorizaciones...las anécdotas del personaje tienen un atractivo bien especial. Y en ello ando, a ratos, de modo que me van llegando ecos de su vida y de sus "Bataille", por esbozar un chiste facilón.
Veré de leerle en la entrada de Frabetti y quizás algún día tenga oportunidad de escucharle en vivo.
Sus comentarios,, sus ecplicaciones, me gustan por lo bien trabadas.

Saludos.

Miquel Bassols i Puig ha dit...

Gracias por su mensaje. Verá que algunas columnas de este Blog proceden de mi interlocución con las del otro Blog que evoca. Encuentro ahí a ese interlocutor profundamente escéptico que Freud deseaba e incluía muchas veces en sus textos. Es toda una disciplina intelectual de la que saco lo mejor que puedo.
Saludos.