30 d’octubre 2011

Tres nombres para un mismo real
















(Texto preparatorio de la reunión del 11 de Noviembre en la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis con el tema El psicoanálisis, un acontecimiento de civilización.
  

Lo real es sin ley, tal como concluyó Jacques Lacan en la última parte de su enseñanza. Pero es preciso que alguien lo nombre como conviene para que podamos leer los síntomas que provienen de él. Los últimos meses hemos visto sucederse al menos tres acontecimientos en los que Jacques-Alain Miller ha nombrado este real en juego para el porvenir del psicoanálisis, tres acontecimientos marcados por tres nombres. El texto de Iván Ruiz, “París hierve”, que ha inaugurado esta serie hacia la reunión del 11 de Noviembre, los señalaba de manera oportuna. Merecen toda la atención en el debate de nuestra Escuela y es a partir de ellos que proponemos algunas preguntas para continuarlo.

1. El primer acontecimiento son las recientes Jornadas de la ECF con el nombre de Jacques Lacan que califica nuestra práctica: “La praxis lacaniana del psicoanálisis”. ¿Se trata de un mero calificativo para una identificación del analista en un momento en que el discurso del amo la exige de modo insistente? Si el psicoanálisis, como enseñaba Lacan mismo, es un síntoma ¿qué síntoma nombra hoy Jacques Lacan en nuestra civilización cuando el historiador de turno quiere archivarlo ya en la estantería, difamación mediante, al lado de las “obras” de ilustres figuras?

2. La retirada de la publicación de los textos y seminarios de Lacan de la editorial que desde el principio los auspició, Éditions du Seuil, va entonces más allá del acontecimiento cultural de primer orden que ha supuesto en el país vecino. Aquí es el nombre de Jacques-Alain Miller el que ha querido ser directamente borrado del “campo freudiano” y de la orientación que impulsa. Es también al nombre y al lugar de Judith Miller en relación al legado de su padre, Jacques Lacan, al que se ha querido apuntar con la difamación desde el furor biógrafo e historiador, siempre más que dudoso cuando se trata del psicoanálisis.

3. Un tercer acontecimiento se ha anudado a estos dos: la campaña impulsada para la liberación de la psicoanalista siria Rafah Nached. Su nombre ha venido a designar no solo el caso singular de una colega detenida en la ciudad de Damasco por el ejercicio de su práctica, sino la propia subversión del sujeto que el discurso analítico hace presente en nuestro mundo y que se ha hecho intolerable para el autoritarismo represor y sin piedad del gobierno sirio. La distancia geográfica y política podría hacer pensar que es un asunto lejano. Las razones que alimentan esta intolerancia nos indican, sin embargo, que nos es absolutamente cercano: se trata una vez más de la intolerancia hacia una práctica que Lacan definió muy pronto como una “ruptura de las amarras de la palabra” (Seminario 1, p. 269), ruptura que no es simple metáfora para las amarras que hoy aprisionan a la persona de Rafah Nached.

¿Cuál sería el destino del psicoanálisis sin una respuesta clara a este real con el que topa su discurso, una vez más? La pregunta tiene mayor interés cuando se trata, en el caso de Siria, de un viraje operado sobre los nombres-del-padre. Si bien la religión islámica es allí predominante, se da, a diferencia de otros países de Oriente Medio, una mayor libertad de culto y de laicidad que haría suponer un lugar más propicio para el discurso del psicoanálisis. Al revés, lo que se constata es el retorno, obsceno y feroz, de los dioses más oscuros. ¿Qué puede enseñarnos entonces el caso de Rafah Nached, mujer siria, fundadora de la primera asociación psicoanalítica en su país, interesada de modo especial en la mística y en el goce femenino, la Otra cara de Dios? ¿No nos da a leer un real del síntoma de nuestro tiempo que cesa de no escribirse bajo una nueva forma?

“El psicoanálisis en el siglo XXI se ha convertido en una cuestión social (…) y es lógico que, en cada lugar, se convierta ahora en una fuerza material, una fuerza política” (J.-A. Miller). ¿Qué consecuencias podemos extraer de esta afirmación? Es decisivo, en todo caso, responder a la cuestión de si existe o no, en cada lugar, una política del psicoanálisis al respecto y, en caso afirmativo, qué formas y acciones debe tomar en su táctica y en su estrategia. La pregunta se plantea con mayor intensidad para el debate en la medida que hemos escuchado ya respuestas distintas.

24 d’octubre 2011

Per l'alliberament de Rafah Nached

Publiquem aquí carta adreçada a l'alcalde de Barcelona, Xavier Trias i Vidal de Llobatera, i la seva resposta en suport de la psicoanalista siriana Rafah Nached, empresonada des de fa setmanes a la ciutat de Damasc.
Per més informació i signatures, vegeu Allibereu Rafah Nached


Barcelona, 1 d’Octubre de 2011


A l’ Excel·lentíssim Senyor Xavier Trias i Vidal de Llobatera,
Alcalde de la ciutat de Barcelona.

Benvolgut Senyor,

Ens adrecem a vostè per tal d’assabentar-lo d’un fet que commou des de fa uns dies la comunitat psicoanalítica i política internacional, i per demanar-li el suport i la col·laboració que des del seu lloc pugui fer possibles.

Es tracta de l’empresonament de la nostra col·lega psicoanalista siriana Rafah Nached pel règim del seu país. La coneguda psicoanalista, creadora de la primera associació psicoanalítica a Síria, va ser detinguda a l’aeroport de Damasc el passat 10 de setembre, quan anava a agafar un avió per anar a Paris a assistir al naixement del seu net. Se l’acusa de sedició malgrat que no ha tingut cap activitat política. La seva família, amb qui mantenim contacte, creu que la raó per empresonar-la ha estat un seguit de seminaris que va organitzar a la seva ciutat, juntament amb un altre col·lega psicoanalista i jesuïta, per tractar els fenomens de la por i l’angoixa i als quals acudia gent molt diversa. Sabem ara que Rafah Nached és a la presó, —la família ha aconseguit localitzar-la—, i sabem també que està molt malalta —té 66 anys— i que s’enfronta a una pena d’anys de presó.

La mobilització de la comunitat psicoanalítica internacional, impulsada pel psicoanalista francès Jacques-Alain Miller —gendre de Jacques Lacan i director de l’Institut du Champ freudien—, ha aconseguit el recolzament de diverses personalitats polítiques com Jean-François Copé, Bertrand Delanoë (Alcade de Paris), François Hollande, fins el mateix President de la República francesa Nicolas Sarkozy ; i intel·lectuals, com Bernard-Henri Lévy, Noam Chomsky o artistes com Carla Bruni-Sarkozy. Hem aconseguit també el recolzament de personalitats de Rússia, Argentina, Brasil, Itàlia, fins i tot de la Xina, país actualment aliat de Síria.

A més de voler demanar-li a vostè la seva signatura, personal i com alcalde de la nostra ciutat, per exigir l’alliberament immediat de Rafah Nached, volem demanar-li també que faci les gestions que li semblin possibles i oportunes a nivell diplomàtic i polític per activar l’alliberament de la nostra col·lega.

Si li semblés necessària i oportuna una entrevista amb nosaltres per tal de precisar més informacions sobre el tema i la situació actual, estarem disposats i encantats si podíem comptar amb una mica del seu preciós temps.

Molt atentament, el saluden:

Miquel Bassols i Puig
(Coordinador de l'Institut del Camp Freudià)

Isabelle Durand i Alavedra
(Docent col·laboradora de l’Institut del Camp Freudià)






04 d’octubre 2011

Tu Yo no es tuyo

En el orden simbólico cuyos cambios estamos experimentando en el presente siglo, esta voz parece resonar cada vez con más fuerza en cada rincón del planeta… y más allá*. Es la época anunciada por Internet y por Facebook, donde las identidades vuelan y cambian de lugar más rápidamente de lo que podría decirse o imaginarse. Es la época de los MUD (multiuser domains), de la multiplicación de avatares —significante también multiuso—, en realidades, o ventanas, diversas. Y la ventana llamada realidad no es necesariamente la que más puede interesarle a este Yo desmultiplicado que goza de la no identidad consigo mismo. Para su ración de goce puede pasarse muy bien de esa llamada realidad, a pesar de los síntomas que lo acucien en su falta irremediable de identidad. Entonces:

—Tu yo no es tu Yo.
Y, sin embargo, la reivindicación de un Yo más fuerte e independiente, más autónomo, a pesar de más anónimo, se hace hoy totalmente compatible con su desmultiplicación. Es lo que verificamos como una exigencia de identificación llevada hasta los mayores extremos del control social. Hay razones de estructura para ello y las veremos aquí. Pero enseguida constatamos la extensión progresiva de un campo abonado para los viejos espejismos del Yo y de sus artificios: tu yo no es tu Yo, tampoco es tuyo, necesitas autoayuda, coaching, corrección de algún error cognitivo[1]. El Otro te dirá entonces quién es tu Yo o, en el mejor de los peores casos, de quién es. Por el momento, la ciencia ha hecho ya posible que algunas secuencias de tu ADN estén patentadas, y que no puedas disponer de ellas… sin pagar un precio a determinar por el Otro. Pero también, por la misma razón, ese Yo podrá muy bien decir que él no es el responsable de sus actos y de sus elecciones, que lo son sus genes, los del Otro.
Sí, también es ésta la voz de la ciencia contemporánea:

—Tu yo no es tuyo.
Tu yo es del Otro que se hace existir en el gen o en la neurona. Ese tu Yo anida, aunque tal vez un poco diseminado, entre las circunvoluciones del cerebro coloreado que estamos a punto de cartografiar en su totalidad. Solo que allí mismo donde empezábamos a localizar tu Yo, resulta que también estamos detectando, con los mismos colores, lo que tú llamas “Tú”, tu Otro tan exterior como íntimo a la vez. Sorpresa entonces: la ciencia contemporánea no hace más que toparse con el fantasma del Yo —llamado también “conciencia”,— en cada rincón donde había localizado lo más real de su objeto: en la física, en la biología, y sobre todo en las llamadas neurociencias. Lo veremos también aquí. Como señalaba J.-A. Miller en su Curso, “lo neuro-real es lo que está llamado a dominar los próximos años”[2]. Nuevo significante amo para todo uso, lo neuro ha venido a significar supuestamente lo más real del ser, aunque sea un real ya pasado varias veces por el cedazo de lo simbólico.
Pero entonces, de este simbólico agujerado por lo real, sin otra imagen que el vacío que habita y carcome al Yo, ¿quién se ocupa de este simbólico? En una época, Lacan pensó que el psicoanálisis —ciencia conjetural—, encontraría su lugar en la ciencia con una referencia de su experiencia a las ciencias del lenguaje. El inconsciente estructurado como un  lenguaje se localizaba en lo simbólico, registro donde se distingue y se separa muy bien al Yo y sus espejismos del sujeto del inconsciente y su verdad. De ahí la máxima que marcó esta época en el psicoanálisis:

— Tú no eres tu Yo.
Es cierto: desde la perspectiva del Ello freudiano, no solo tú, como sujeto, no eres tu Yo sino que, a consecuencia de ello, eres un sujeto dividido. Eres un sujeto dividido al que le falta el ser, pero sin Otro posible en el que puedas resolver esta división ni esta falta —vano sueño que prometen realizar terapias de aspecto científico—. La experiencia analítica te presta en realidad una apariencia, un semblante decimos también, de ese Otro en la función de un objeto singular que el analista sostiene durante cierto tiempo. Es el famoso objeto a en el que finalmente encuentras la razón de que tu yo no sea tuyo, así como la razón de tus síntomas. Con este objeto a, Lacan pudo reformular el imperativo ético freudiano: “Donde ello era, Yo —como sujeto— debo llegar a ser”.

—¿Tú eres, entonces, tu objeto a?
Una ciencia del objeto a, este hubiera sido tal vez un destino para el psicoanálisis. La idea posterior de Lacan de que la lógica era una ciencia de lo real y que el psicoanálisis debía seguir su referencia, es también una vía a explorar. Pero el problema se complica si seguimos esta lógica en la enseñanza de Lacan tal como Jacques-Alain Miller la ha mostrado y la sigue elucidando. La idea de que habría una ciencia de lo real parece entonces más bien una quimera, una futilidad de la que es necesario seguir los impasses para aislar aquello que no cesa de no escribirse en ella. Condición indispensable para aislar lo real propio del psicoanálisis, lo real que se hace presente en el síntoma. Por este sesgo, tú eres más bien tu síntoma.
Me parece que es por esta vía, vía de impasse siempre sintomático, vía de desencuentro, incluso de malentendido, que debemos seguir investigando el lugar de lo real del psicoanálisis en la ciencia de nuestros días. En esta perspectiva, ha sido para mí un acicate el trabajo desarrollado en el Laboratorio de la Universidad Jacques-Lacan sobre “Psicoanálisis y criterios de cientificidad”, trabajo que seguimos en Barcelona con el asesoramiento de Guy Briole y Vicente Palomera. Varios puntos tratados aquí tienen su origen en este marco de trabajo.
De hecho, una vez localizado el lugar de extimidad que lo real del psicoanálisis ocupa en la ciencia de nuestro tiempo, una serie de textos —algunos más antiguos, otros más recientes—, se ordenaron para venir a formar parte del sumario que ofrezco a la lectura. Fue la amable invitación de Florencia Dassen la que me animó a dar forma de libro a este recorrido de discontinuidades. Su ordenación ni es ni pide, pues, una lectura cronológica: permite los saltos de los que guste la lectura, las idas y vueltas necesarias y las referencias recíprocas entre capítulos.


*Prefacio del libro de próxima publicación: Tu Yo no es tuyo (Lo real del psicoanálisis en la ciencia) en la editorial Tres Haches (Buenos Aires).



Ilustración: Autorretrato, M.C. Escher

[1] MAMI (Métodos de Autocoerción Mental Inducida) sería, en realidad, el nombre más adecuado para muchas de las terapias que hoy se ofrecen con un sello científico. Ver Miller, J.-A. en Jacques Lacan, Le Sinthome, du Seuil, Paris 2005, p. 158.
[2] Miller, J.-A. (2007-2008), curso del 16 de enero de 2008.