Extimidad*, la palabra se ha convertido ya en habitual en el campo del psicoanálisis lacaniano y empieza a ser usada más allá de él. La hemos encontrado también en los periódicos como un nombre común de aquello que siendo muy íntimo y familiar se convierte a la vez en algo radicalmente extraño. Y es verdad que esta palabra dice muy bien en su extrañeza neológica una propiedad del sujeto de nuestro tiempo, un sujeto siempre exiliado de sí mismo, que sólo parece encontrar su ser más íntimo en lo más lejano y deslocalizado de él. La palabra fue inventada por Jacques Lacan –aparece por primera vez en su seminario sobre La ética del psicoanálisis en 1958–, y aunque usada sólo contadas veces a lo largo de su enseñanza, fue repescada y reelaborada por Jacques-Alain Miller en este curso de 1985 que ahora se publica.
Desde entonces, el término ha ido penetrando,
poco a poco y con el poder de un virus intratable, en los textos e
intervenciones de los alumnos y lectores de Jacques Lacan, en la exposición y
comentario de casos clínicos y ha llegado incluso a designar funciones precisas
en la experiencia institucional de las Escuelas que conforman la Asociación
Mundial de Psicoanálisis.
Al sujeto de nuestro tiempo, la extimidad
se le hace presente como un goce que toma las formas más variadas de su
síntoma. Ese goce, tal como señala aquí Jacques-Alain Miller, se le presenta
como “algo exterior, confiado a sí mismo, rechazado del lenguaje. Ya no es
éxtimo al Otro sino forcluido y retorna en lo real.” El lector encontrará así
en este libro, nueva entrega del curso de Jacques-Alain Miller en el que se
siguen formando varias generaciones de psicoanalistas, el modo en que estos
deben hacer presente la extimidad propia del psicoanálisis para estar a
la altura de su tiempo.
*Texto de presentación escrito para la contratapa
del libro Extimidad. Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller,
publicado por Editorial Paidós, Buenos Aires 2010.
2 comentaris:
Ahora en una segunda lectura he comprendido y le aseguro que ya intentaré a partir de ahora localizar mis escritos en uno solo, ardua tarea, he comprendido que también el psicoanálisis tiene una extimidad, es lo que yo en mi torpeza quería decirle, pero quizá la ¿verdad? el ¿misterio? resida en el silencio, un caminar y un llegar a la meta fusionándose sin decirlo, el Otro, pues el otro como bien apuntaba Freud se trata de posicionar traumas y sentimientos de orden sexual que Lacan los digiere con el deseo, todos en el fondo somos extimos en cierta medida, pero la extimidad más importante se encuentra en la histeria, la creadora de la cultura, de la Historia, el goce y la extimidad es ese goce que se adueña del goce y del deseo haciendo de estos una paradoja histérica, la histeria en su más alto grado necesita de fármacos, pero ¿quién no utiliza fármacos? ya sea alcohol, laudano, comida, tabaco, antivirales o la simple agua. Venga le dejo y veo que en la segunda lectura ha sido mucho más gratificante la lectura de su artículo que en la primera. Un saludo cordial.
Sí, también el curso de JAM "Extimidad" requiere al menos una segunda lectura. Muy aconsejable, no sólo para el psicoanalista. Saludos!
Publica un comentari a l'entrada