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14 d’abril 2013

A las Jornadas del ICF en A Coruña: "Tu Yo no es tuyo"













Estimados colegas y amigos del Instituto del Campo Freudiano en A Coruña:

Un pequeño accidente que requiere cierta inmovilización me ha hecho imposible estar presente con vosotros estos dos días de Abril en vuestra ciudad para estas Jornadas del Instituto del Campo Freudiano. Lo siento de veras, y ello por al menos dos razones.

La primera es privarme de un trabajo en común que, como he comprobado ya en otras ocasiones, es de lo más fructífero en el marco del ICF, con colegas y amigos a los que aprecio de manera especial.

La segunda razón es no haber podido responder como convenía al honor que se añadía a vuestra amable invitación, el de haber convocado estas Jornadas evocando el título del libro “Tu Yo no es tuyo”.

Es un título que quiere interpretar, mediante el equívoco de la lengua española, una condición de la identidad del sujeto de nuestro tiempo, o mejor, la condición de su falta de identidad. Porque se trata precisamente de un sujeto que, tomando la imagen de Internet, se desplaza de pantalla en pantalla sin encontrar en ninguna el significante o la imagen que lo represente de manera precisa y adecuada, estable y consistente. Es un sujeto con múltiples “avatares”, por decirlo así, con una identidad tan líquida como el mar de Internet en el que encuentra hoy su medio preferente, ese “mar de los nombres propios” en el que, al decir de Jacques Lacan[1], el ser siempre falta de alguna manera, siempre faltará para ser representado como idéntico a sí mismo. Estamos, es cierto, en una época en la que cuanto más se reivindican las identidades únicas, más se revelan como dependientes de la identidad del Otro del que piden diferenciarse. Y con ello se revelan también como identidades no idénticas a sí mismas.

En este sentido, toda afirmación de identidad al estilo de “Yo soy el que soy” es más un proyecto fundado en una hipótesis que la aserción de una esencia confirmada. Un escritor gallego al que siempre es instructivo leer, Julián Ríos, jugó también con el equívoco de aquella afirmación bíblica y divina, escribiéndola de un modo que interpreta a su manera al sujeto de nuestro tiempo: “Yo soy el que es hoy”. En efecto, yo soy el que es hoy, y mañana ya veremos… A la identidad líquida de nuestro tiempo, —que el psicoanálisis encuentra de manera tan sintomática como sintónica con el sujeto del inconsciente—, contribuye sin duda la ciencia de hoy, con sus múltiples efectos sobre esa identidad. Es la tecnociencia contemporánea la que no duda en cifrar la identidad del sujeto como ya escrita en las neuronas de su cerebro o en las secuencias ordenadas de nucleótidos de sus genes. El alcance de las cuestiones éticas planteadas por tales afirmaciones no ha hecho más que empezar a vislumbrarse. Pero estamos ya a un paso de que esta misma identidad, con sus manipulaciones correspondientes, pueda suponerse ya inscribible en otros soportes distintos al biológico, en el propio soporte digital por ejemplo, objetivable de tal modo que ya empieza a ser indiferente hablar de una diferencia entre ellos. Un científico dedicado a las interfaces entre cuerpo y sistemas cibernéticos no duda hoy en afirmar que es ya lo mismo hablar de cuerpo natural o artificial, virtual y real, biológico o robótico, desde el momento en que pueden pensarse en corregir disfunciones neuronales con implantes electrónicos[2]. El soporte digital es entonces una mera extensión de la memoria orgánica.

¿Cuál es el destino del sujeto de la palabra y del goce, el sujeto del inconsciente, con sus nuevos síntomas, en esta época en la que su Yo es tan suyo como de la fábrica que patente estos nuevos soportes y sus modificaciones? No es ciencia ficción, es la ficción del sujeto de la ciencia de este siglo. El próximo Congreso de la New Lacanian School, Escuela incluida en la AMP, que tendrá lugar en Atenas el próximo mes de Mayo, tocará de manera diversa este tema encuadrado en la clínica de las psicosis en la época llamada “época Geek”, la época del sujeto fascinado por la tecnología y la informática. En este punto, es absolutamente necesaria una interlocución del psicoanálisis con la ciencia de nuestro tiempo, en una crítica sistemática de los efectos de lo que debemos distinguir como cientificismo.

“Tu yo no es tuyo” no habría podido escribirse sin la colaboración de alguien que ha trabajado estos temas de un modo especialmente riguroso y fundamental para nuestra orientación. Se trata de mi colega y amigo, Dr. Javier Peteiro, con cuya presencia e intervención tenéis el privilegio de contar en estas Jornadas. Su cuidado especial y su clara posición ética ennoblecen siempre sus orientaciones y referencias de las que no dejamos nunca de aprender. Le envío desde aquí mi saludo más cordial y efusivo.

No me resta más que desearos un buen trabajo para estas nuevas Jornadas del ICF en A Coruña. Como decimos en mis tierras al inicio de toda empresa llevada por la causa del deseo: Barca nova, tingues bon vent, “Barca nueva, que tengas buen viento”.

Un muy cordial saludo,

Miquel Bassols

(Coordinador del ICF en España)

Barcelona, 12 de Abril de 2013



[1] En su texto “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo”, Escritos, Ed. Siglo XXI, México 1984, p. 799.

[2] Ver, por ejemplo, las investigaciones de un Kevin Warwick.

18 de juliol 2012

Crónica de una presentación: “Tu yo no es tuyo", por Gabriela Galarraga






El pasado 31 de mayo del 2012 asistimos a la presentación del libro de Miquel Bassols “Tu yo no es tuyo. Lo real del psicoanálisis en la ciencia”, de la Editorial Tres Haches.
Participaron en la mesa: Salvador Foraster, de la Librería Xoroi, Manuel Cruz, filósofo y catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad, Mario Izcovich, psicoanalista y Director de la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona y el propio autor.
Psicoanalista y miembro de la AMP de la ELP y de la ECF, Miquel Bassols suma en su bibliografía varios libros: “Lecturas de la página en blanco”, “Finales de Análisis”, “Llull con Lacan. El amor, la palabra y la letra en la psicosis”, “La interpretación como malentendido”.
Fue una presentación de libro inusual: no se elogió repetidamente al autor, no se cantaron loas ni alabanzas a su libro, tal y como suele obligar el marketing de las presentaciones de libros...
En el marco de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Blanquerna, se produjo un encuentro entre personas de distintas disciplinas que conversaron sobre las interesantes y diversas cuestiones que este libro abría para cada uno.
M. Bassols situó los orígenes de “Tu yo no es tuyo” en un trabajo del Laboratorio “Psicoanálisis y criterios científicos”, de la Universidad Jacques-Lacan, dedicado al estudio de la relación del psicoanálisis con la ciencia.
A lo largo del debate se recorrieron diversos temas: el problema de la identidad, la relación del psicoanálisis con la ciencia, la incidencia del discurso capitalista, los efectos en la clínica.
A través de las preguntas e intervenciones de la sala surgió el tema de lo real en las disciplinas científicas así como la construcción de su vínculo con lo real.
M. Bassols respondió citando a Javier Peteiro y su libro El autoritarismo científico: la ciencia ha dejado de existir, nos encontramos con las ciencias y, por lo tanto, con la forma particular de cada una de abordar ese real.
El libro toma como punto de partida la fórmula de J.-A. Miller “no hay ciencia de lo real”. El psicoanálisis no es una ciencia si bien surge de ella y localizar el lugar de borde exterior de lo real del psicoanálisis en la ciencia actual permite ordenar ciertas cuestiones.
Con la ciencia la relación de lo real y la realidad sufre un desplazamiento, lo real entra en la realidad. Lacan encuentra que lo real no tiene leyes, que lo real es lo que escapa al dominio de la ciencia.
La ciencia siempre llega a un punto irreductible. M. Bassols señaló dos cuestiones no resueltas para la ciencia: ¿Qué es el lenguaje? ¿Qué es la consciencia? Terras incógnitas en las que el psicoanálisis permite ubicar algo: el Yo no es el sujeto y el lenguaje nace en el Otro. El Yo que aprehendemos a través del Otro hace presente la división como sujeto. Algo que tiene claras incidencias en la clínica, en la forma en que se escucha a quien demanda un análisis, no como un Yo idéntico a sí mismo, sino como un sujeto en el cual su conciencia aparece agujereada por su inconsciente. El inconsciente nos orienta y hace posible que en esos pedazos de real de los que da testimonio se sitúe la cuestión de la sexualidad.
Manuel Cruz planteó el tema de la identidad, del sujeto y su constante demanda de reconocimiento, y sobre qué ocurre cuando uno reconoce la “condición de artefacto de la propia identidad”.
M. Bassols citó a un autor, Julián Ríos, que frente a la frase bíblica “Yo soy el que soy”, la identidad sostenida en la impostura, dice “Yo soy el que es hoy”, es decir, marcado por la contingencia. El encontrar la identidad como artificio enfrenta a una incompatibilidad que rompe con el cogito cartesiano, el Yo del “yo pienso” no coincide con el que “soy”.
En algún punto toda identidad está hendida, dividida. El Yo del pienso no es idéntico al Yo del soy, y esa es la división irreductible de la que da cuenta J. Lacan.
Desde la maquinaria de la evaluación se intenta que el sujeto sea cuantificable, evaluado en tanto cifra, para de esta forma ilusoriamente resolver el tema de la identidad.
La ciencia es una ideología de la supresión del sujeto, y en la actualidad hace de la estadística su verdad. Pero el sujeto, correlato esencial de la ciencia, no es medible ni numerable.
El cogito cartesiano marca un momento inaugural de la ciencia, que rompe con el saber derivado solo de la intuición. Descartes sitúa la disyunción entre un real y la realidad, sitúa una categoría lógica: la del universal, independiente de la implicación del sujeto.
Lacan plantea como momento fulgurante en la ciencia: el nacimiento de la física en el siglo XVII. La lógica matemática introduce la idea de que hay un saber en lo real, algo que ya Newton plantea en la creencia en un ser que ordena lo real. Incluso Einstein retrocede frente a un “Dios no juega a los dados”. La ciencia ha venido a ocupar el lugar de autoridad, incluso de la religión.
A mediados del siglo XX se produce un cambio fundamental en el movimiento de la ciencia, un cambio de discurso, una alianza entre el discurso de la ciencia y el discurso capitalista, que cambia el paradigma. Ya no se habla de ciencia sino de tecnociencia. En la actualidad, según Bassols, se produce un movimiento de péndulo, la ciencia empieza a captar los efectos sobre sí misma de la imposibilidad de mantener ese lugar, encontrando así sus propios límites.
Este problema epistemológico se traduce también en un problema ético y clínico. Lo cual nos convoca desde el psicoanálisis a dialogar sobre estos avances, esos cambios que ponen a prueba la potencia, la eficacia de los discursos.
El tema de lo real aparece en definitiva como el gran tema de debate para la ciencia y para el pensamiento en el siglo XXI.
“Tu yo no es tuyo” es un libro ambicioso en cuanto a sus citas y referencias bibliográficas, que recorren un amplio número de autores, tanto del psicoanálisis, de la filosofía como de la ciencia en general.
Es un libro en el que se puede leer una verdadera conversación entre su autor y diversos “sujetos de la ciencia” como Nicolás de Cusa, Descartes, R. Llull, Gödel, Borel, T. Dantzig, Cantor, Schrödinger, Feynman, entre otros.
El interesantísimo espacio de conversación e intercambio con el Dr. Javier Peteiro permite vislumbrar el psicoanálisis como alternativa y posible respuesta a algunas encrucijadas de la ciencia.
Miquel Bassols durante la presentación de “Tu yo no es tuyo” puso de manifiesto, una vez mas, su compromiso con el psicoanálisis, su capacidad para debatir con otras disciplinas, para buscar puntos de diálogo y de encuentro.