La clínica psicoanalítica - que llamamos del "caso por caso" para señalar la singularidad del sujeto que trata - es heredera de la clínica pisquiátrica del siglo XIX y XX*. Es difícil hablar hoy de la existencia de una “clínica psiquiátrica”. Hay quien sostiene que esa clínica, centrada en la descripción del detalle clínico y de la construcción de las grandes entidades nosológicas, terminó hace ya un tiempo y que la implantación del manual del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), el “Manuel diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”, firmó a finales del siglo pasado su acta de defunción. Hay incluso quien señala que la tesis del Dr. Jacques Lacan del año 1931, la famosa tesis sobre el Caso Aimée (De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad) fue, de hecho, la última gran tesis hecha en psiquiatría, una clínica que tuvo sus mejores momentos entre la fenomenología y la clínica estructural.
La evaluación del trastorno mental sustituye hoy la clínica del síntoma, “de la envoltura formal del síntoma” (para retomar la expresión del propio Lacan) que sigue orientando al psicoanalista. Es llamativo que una fórmula como “trastorno mental” (mental disorder), introducida de hecho como una mala solución para designar las formas del sufrimiento psíquico, se haya convertido finalmente en la designación "normal" que impone las formas de evaluación y tratamiento en todos los registros de la salud mental. En la introducción del propio Manual del DSM, escrito por su Comité elaborador, puede leerse (p. 21): “El problema planteado por el término trastornos ‘mentales’ ha resultado ser más patente que su solución y, lamentablemente, el término persiste en el título del DSM-IV, ya que no se ha encontrado una palabra adecuada para sustituirlo (…) Debe admitirse que no existe una definición que especifique adecuadamente los límites del concepto ‘trastorno mental’. El término ‘trastorno mental’, al igual que otros muchos términos en la medicina y en la ciencia, carece de una definición operacional consistente que englobe todas las posibilidades.”Aún así, es con esta brújula sin norte que se siguen construyendo y ampliando las clasificaciones cada vez menos operativas del DSM y proponiendo los tratamientos correspondientes donde la escucha y la interpretación del sujeto del síntoma no pueden ya tener lugar.
Hoy, en un momento en que el psicoanálisis se confronta a una extensión cada vez mayor de una ideología de la evaluación generalizada que impregna la “gestión” – y no ya la clínica – de la salud mental, nos parece de un interés especial el estudio de las referencias lacanianas a la psiquiatría clásica. Autores como Jules Séglas, Robert Gaupp, Gaëtan Gatian de Clérambault, Emil Kraepelin serán tratados en este ciclo de conferencias junto al propio Jacques Lacan del caso Aimée o el Sigmund Freud del caso Schreber, para retomar lo mejor de una clínica cuyo conocimiento nos parece capital en el tratamiento de la singularidad del sujeto psicótico y, por ende, del sujeto mismo de la experiencia analítica.
* Presentación del ciclo de Conferencias Clínicas del Instituto del Campo Freudiano, realizadas en la Sección Clínica de Barcelona durante el curso 2010.