Una entrevista es siempre un duo —uno pregunta el otro responde. El que escucha —como solemos decir con Lacan— determina al que habla. Xavier Fernánez hizo como periodista un excelente trabajo de compresión de la hora y media de conversación telefónica que mantuvimos en lengua catalana. Luego hubo que traducir, recortar, puntuar, titular, recomponer los párrafos. El resultado dice muy bien el tono de la significación general de la conversación. Aun así, le envié algunas indicaciones que le proponía para precisar mejor el sentido de algunas expresiones después de recibir el artículo en PDF. Demasiado tarde, las indicaciones no llegaron a tiempo para ser incluidas en la edición del domingo. Van aquí esas indicaciones:
— Sobre el titular, propongo el siguiente:
“Si España no está dispuesta a perder algo, puede perderlo todo. Y Catalunya también.”
— Pregunta 1
“[…] Siempre que hay un impasse de este tipo en una relación, sea del tipo que sea, es porque ha faltado sostener y desarrollar el pacto simbólico de la palabra con el otro. El resultado suele ser el reforzamiento excesivo de las propias identificaciones.”
— Pregunta 2
“Sí. La situación se enquista y no permite flexibilizar tu propia posición para fomentar el diálogo.”
— Pregunta 3
“En Catalunya siempre ha habido un ánimo de pacto, de conversación, es algo que forma parte de su cultura, de sus identificaciones precisamente.”
— Pregunta 9:
“Si España no está disuesta a perder algo, puede perderlo todo. Y Catalunya también. Pero eso forma parte ya hace tiempo de la historia de España”.
— Pregunta 11:
“[...]surge la segregación del otro.”
— Pregunta 15:
"Pero también ha habido una gran parte que ha cuestionado ese discurso nacionalista. Por otro lado, parece que el eje del debate se haya desplazado, ya no es tanto independencia o no, sino Monarquía o República.”
— Pretunta 25 (penúltima):
“Uno de los efectos del psicoanálisis es ser mucho más tolerante con la diferencia. En este sentido, no le iría mal a nadie.”
Jo crec que més que "d'argent" hi ha un problema lingüístic amb la perifèria.
ResponEliminaNo es pot odiar a un valencià o català per ser diferent, per fer servir la seua llengua, a banda de greuges comparatius legals, jo no sé quin és el cas de França o d'Itàlia, però si volem a una Catalunya espanyola cal que es vegen com a espanyoles les seues llengües, les seues ànimes. Les nostres ànimes, des del bable a l'èuscar.