Pàgines

09 d’abril 2018

Barcelona, puerta, puerto y puente























Discurso en la Recepción en el Saló de Cent de l’Ajuntament de Barcelona, el 3 de Abril de 2018, con motivo del XIº Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, Las psicosis ordinarias y las otras, bajo transferencia.

Parlaré en llengua castellana per deferència als molts col·legues que vénen d’altres països i que no coneixen prou la nostra llengua— Hablaré en castellano por deferencia a los colegas que vienen de otros países y que no conocen  suficientemente nuestra lengua.

Bienvenidos a este Saló de Cent, a este impresionante Salón del Consejo de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona que desde finales del siglo XIV, con sucesivas reformas, ha alojado múltiples acontecimientos históricos de esta ciudad. Tal y como nos informa una lápida situada al fondo de la estancia, fue aquí donde el rey Pere III celebró su primer Consejo de los Cien Jurados, el 17 de Agosto de 1373. 

Somos aquí algo más de cien Jurados, conjurados más bien por la causa del psicoanálisis de orientación lacaniana. Somos en realidad más de 2000 que nos reunimos estos días en Barcelona en el XIº Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis para estudiar y tratar un tema clínico de primer orden en nuestras sociedades, el tema de las llamadas “psicosis ordinarias”.

Como Presidente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis quiero agradecer de manera muy especial y cariñosa al Ayuntamiento de mi ciudad, Barcelona, por esta preciosa recepción a los colegas que vienen de muchas partes del mundo. Gracias a nuestra alcaldesa Ada Colau, gracias a la teniente de alcaldía Laia Ortiz. Gracias también a la Comisionada de Salud Gemma Tarafa, y a la Directora del Programa de Salud, Pilar Solanes por todas las gestiones que han llevado a cabo para la acogida y la difusión de nuestro Congreso. Y gracias a María Magdalena Barceló, regidora de Ciutadans, por su presencia en esta recepción.

Muchos miembros de la AMP conocen ya nuestra ciudad, muchos la conocen desde hace veinte años cuando realizamos aquí el primero de los Congresos de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Algunos que vienen ahora de otros países han vivido y trabajado aquí durante varios años. Alguno me ha llegado a decir: siento que vuelvo a casa. Y sí, Barcelona es también la casa del psicoanálisis. Es un signo más de que el psicoanálisis es una experiencia que atraviesa lenguas, naciones, identidades. La propia historia del psicoanálisis está hecha a través de exilios y de migraciones, haciendo presente de varias formas este Otro lugar, esa palabra del Otro que llamamos “inconsciente” y que está presente de múltiples formas en cada ciudad, en cada país. Y es así también, a través de exilios y migraciones, como el psicoanálisis lacaniano llegó a Barcelona y a España, allá en la segunda mitad de los años setenta, de la mano del psicoanalista y escritor argentino Oscar Masotta, persona muy querida sobre quien estos días tenemos el placer de poder visitar la exposición que le dedica el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona), exposición a la que no pueden faltar. Es una buena muestra del lugar que el psicoanálisis debe saber escuchar y debe hacer presente en nuestro mundo, siempre un poco delirante. No es por azar que esto haya ocurrido en Barcelona. Y es que desde siempre Barcelona ha hecho honor a aquel dicho que un político, Jaume Ciurana, me recuerda con frecuencia, según el cual esta ciudad ha sido desde sus orígenes “puerta, puerto y puente” (porta, port i pont), es decir: lugar de apertura, lugar de llegada desde otros países, y lugar de pasaje también hacia otros sitios. Es así un buen lugar para entender que la verdadera patria para cada uno es ese texto del propio inconsciente que aprendemos a descifrar siempre con un gran trabajo. 

De modo que es difícil sentirse extranjero en esta ciudad, o más bien, diríamos los psicoanalistas, es un buen lugar para entender que cada uno es siempre un poco extranjero para sí mismo desde la perspectiva del inconsciente, que todos estamos siempre un poco exiliados de este saber que nos habita y del que sabemos tan poco cómo nos determina, cómo determina el sentido y el sinsentido de nuestras vidas.

Estimados colegas, Barcelona es hoy una ciudad convulsa, una vez más, como lo fue a finales de los setenta, como lo ha sido tantas otras veces a lo largo de la historia de este país. Barcelona siempre ha sabido estar en la vanguardia de los movimientos culturales y sociales, en la defensa de los derechos civiles sin los cuales el psicoanálisis no ha podido ni podría existir. Permítanme pues darles la mejor bienvenida diciendo: ¡Bienvenidos a esta casa!

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada