El pasado 31 de mayo del 2012 asistimos a la presentación del libro de Miquel Bassols “Tu yo no es tuyo. Lo real del psicoanálisis en la ciencia”, de la Editorial Tres Haches.
Participaron en la mesa: Salvador Foraster, de la Librería Xoroi, Manuel Cruz, filósofo y catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad, Mario Izcovich, psicoanalista y Director de la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona y el propio autor.
Psicoanalista y miembro de la AMP de la ELP y de la ECF, Miquel Bassols suma en su bibliografía varios libros: “Lecturas de la página en blanco”, “Finales de Análisis”, “Llull con Lacan. El amor, la palabra y la letra en la psicosis”, “La interpretación como malentendido”.
Fue una presentación de libro inusual: no se elogió repetidamente al autor, no se cantaron loas ni alabanzas a su libro, tal y como suele obligar el marketing de las presentaciones de libros...
En el marco de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Blanquerna, se produjo un encuentro entre personas de distintas disciplinas que conversaron sobre las interesantes y diversas cuestiones que este libro abría para cada uno.
M. Bassols situó los orígenes de “Tu yo no es tuyo” en un trabajo del Laboratorio “Psicoanálisis y criterios científicos”, de la Universidad Jacques-Lacan, dedicado al estudio de la relación del psicoanálisis con la ciencia.
A lo largo del debate se recorrieron diversos temas: el problema de la identidad, la relación del psicoanálisis con la ciencia, la incidencia del discurso capitalista, los efectos en la clínica.
A través de las preguntas e intervenciones de la sala surgió el tema de lo real en las disciplinas científicas así como la construcción de su vínculo con lo real.
M. Bassols respondió citando a Javier Peteiro y su libro El autoritarismo científico: la ciencia ha dejado de existir, nos encontramos con las ciencias y, por lo tanto, con la forma particular de cada una de abordar ese real.
El libro toma como punto de partida la fórmula de J.-A. Miller “no hay ciencia de lo real”. El psicoanálisis no es una ciencia si bien surge de ella y localizar el lugar de borde exterior de lo real del psicoanálisis en la ciencia actual permite ordenar ciertas cuestiones.
Con la ciencia la relación de lo real y la realidad sufre un desplazamiento, lo real entra en la realidad. Lacan encuentra que lo real no tiene leyes, que lo real es lo que escapa al dominio de la ciencia.
La ciencia siempre llega a un punto irreductible. M. Bassols señaló dos cuestiones no resueltas para la ciencia: ¿Qué es el lenguaje? ¿Qué es la consciencia? Terras incógnitas en las que el psicoanálisis permite ubicar algo: el Yo no es el sujeto y el lenguaje nace en el Otro. El Yo que aprehendemos a través del Otro hace presente la división como sujeto. Algo que tiene claras incidencias en la clínica, en la forma en que se escucha a quien demanda un análisis, no como un Yo idéntico a sí mismo, sino como un sujeto en el cual su conciencia aparece agujereada por su inconsciente. El inconsciente nos orienta y hace posible que en esos pedazos de real de los que da testimonio se sitúe la cuestión de la sexualidad.
Manuel Cruz planteó el tema de la identidad, del sujeto y su constante demanda de reconocimiento, y sobre qué ocurre cuando uno reconoce la “condición de artefacto de la propia identidad”.
M. Bassols citó a un autor, Julián Ríos, que frente a la frase bíblica “Yo soy el que soy”, la identidad sostenida en la impostura, dice “Yo soy el que es hoy”, es decir, marcado por la contingencia. El encontrar la identidad como artificio enfrenta a una incompatibilidad que rompe con el cogito cartesiano, el Yo del “yo pienso” no coincide con el que “soy”.
En algún punto toda identidad está hendida, dividida. El Yo del pienso no es idéntico al Yo del soy, y esa es la división irreductible de la que da cuenta J. Lacan.
Desde la maquinaria de la evaluación se intenta que el sujeto sea cuantificable, evaluado en tanto cifra, para de esta forma ilusoriamente resolver el tema de la identidad.
La ciencia es una ideología de la supresión del sujeto, y en la actualidad hace de la estadística su verdad. Pero el sujeto, correlato esencial de la ciencia, no es medible ni numerable.
El cogito cartesiano marca un momento inaugural de la ciencia, que rompe con el saber derivado solo de la intuición. Descartes sitúa la disyunción entre un real y la realidad, sitúa una categoría lógica: la del universal, independiente de la implicación del sujeto.
Lacan plantea como momento fulgurante en la ciencia: el nacimiento de la física en el siglo XVII. La lógica matemática introduce la idea de que hay un saber en lo real, algo que ya Newton plantea en la creencia en un ser que ordena lo real. Incluso Einstein retrocede frente a un “Dios no juega a los dados”. La ciencia ha venido a ocupar el lugar de autoridad, incluso de la religión.
A mediados del siglo XX se produce un cambio fundamental en el movimiento de la ciencia, un cambio de discurso, una alianza entre el discurso de la ciencia y el discurso capitalista, que cambia el paradigma. Ya no se habla de ciencia sino de tecnociencia. En la actualidad, según Bassols, se produce un movimiento de péndulo, la ciencia empieza a captar los efectos sobre sí misma de la imposibilidad de mantener ese lugar, encontrando así sus propios límites.
Este problema epistemológico se traduce también en un problema ético y clínico. Lo cual nos convoca desde el psicoanálisis a dialogar sobre estos avances, esos cambios que ponen a prueba la potencia, la eficacia de los discursos.
El tema de lo real aparece en definitiva como el gran tema de debate para la ciencia y para el pensamiento en el siglo XXI.
“Tu yo no es tuyo” es un libro ambicioso en cuanto a sus citas y referencias bibliográficas, que recorren un amplio número de autores, tanto del psicoanálisis, de la filosofía como de la ciencia en general.
Es un libro en el que se puede leer una verdadera conversación entre su autor y diversos “sujetos de la ciencia” como Nicolás de Cusa, Descartes, R. Llull, Gödel, Borel, T. Dantzig, Cantor, Schrödinger, Feynman, entre otros.
El interesantísimo espacio de conversación e intercambio con el Dr. Javier Peteiro permite vislumbrar el psicoanálisis como alternativa y posible respuesta a algunas encrucijadas de la ciencia.
Miquel Bassols durante la presentación de “Tu yo no es tuyo” puso de manifiesto, una vez mas, su compromiso con el psicoanálisis, su capacidad para debatir con otras disciplinas, para buscar puntos de diálogo y de encuentro.
Els punts d'encontre entre ciència i psicoanàlisi, eixe encontre és tan positiu com negatiu, tan com un acte de l'amor com en la seua impossibilitat, tan desitjable com ajornable.
ResponEliminaUna mica com la meua postura de Marx amb respecte a la dialèctica de la Història, en el camí cap a la societat comunista impossible (valga l'exemple) és on rau l'encontre, en eixe camí sempre per fer i que ens deixa estar mentre hi siga.
Una forta abraçada des de València i felicitacions pel llibre i per la presentació a la que no vaig poder estar, per motius ja coneguts.
Vicent
¿Qué piensa usted al respecto?:
ResponEliminaLa expresión ’ehyeh ’asher ’ehyeh puede ser interpretada de dos formas. Si tomamos el verbo hayah, “ser”, en su forma qal, se podría traducir como “yo soy el que soy”. La primera parte hay que entenderla como “yo estoy aquí”, no en sentido abstracto, sino como auxilio y salvación; la segunda parte “el que soy”, indicaría que Yahvéh se hace presente cuando y cómo quiere (Ex 33,19). Todo el contexto narrativo nos hace esperar que Yahvéh va a comunicar algo: no cómo es, sino cómo se va a mostrar a Israel[1]. Una posible traducción sería:, “Yo soy el que estará presente”, “Yo soy el que seré”, es decir, Yahvéh se dará a conocer en aquello que hará por Israel, su presencia se manifestará a través del estar presente en medio de su pueblo salvándolo.
[1] G. VON RAD, Teología del Antiguo Testamento, I, 235.
Su interesante comentario me quedó sin editar hasta ahora. Gracias por su aportación!
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