En una reciente entrevista[1], el neurobiólogo Pierre Magistretti, colaborador de nuestro colega François Ansermet y director del Brain Mind Institute de Lausanne, no dudaba en sostener la gran actualidad del concepto freudiano de pulsión de muerte, concepto sobre el que Jacques Lacan construyó la noción de goce (Goce = libido + pulsión de muerte).
Ante la extrañeza de algunos por lo que llamaban "el mantra freudiano de la pulsión de muerte", he argumentado la siguiente respuesta.
Al sostener el mantra freudiano de la "pulsión de muerte" (PM), Pierre Magistretti no hace otra cosa que reunir dos ecuaciones:
1) A+P=F
Aristóteles: "El ser tiende al placer del reposo"
Pascal: "El reposo absoluto es la muerte"
Freud: "Ser es ser mortal"
2) A+S=F'
Aristóteles: "Bien es aquello a lo que tienden todas las cosas"
Sade: "Se puede estar bien en el Mal"
Freud: "El ser humano no busca su propio bien"
3) F+F'= PM
Pero basta con leer la primera página de los periódicos, o con escuchar los más íntimos deseos de cualquiera, para entender que "satisfacción de la pulsión" y "muerte" no son dos conceptos ni dos experiencias disjuntas. Antes bien, este sorprendente oxímoron —como la clara oscuridad— puede ser hoy la mejor definición del ser humano.